Encontrar los activos que necesita

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septiembre 3, 2018

Probablemente alguna vez te has preguntado qué son los activos de una empresa, un término sobre el que si bien existe cierto consenso, a veces se vuelve un poco difuso y hasta se confunde con otros términos relacionados.

Los activos son todos aquellos bienes, recursos, derechos y valores con los que cuenta una empresa, es decir, todo aquello que suma a su favor. Pueden ser bienes inmuebles, construcciones, infraestructuras, máquinas, vehículos, equipos tecnológicos o sistemas informáticos, pero también derechos de cobro por servicios prestados a terceros o la venta física de productos y bienes a sus clientes.

En esta categoría también procede incluir aquellas inversiones, títulos o bonos cuyos beneficios se proyectan a medio o largo plazo. Aunque sus ventajas no son inmediatas ni se traduce en liquidez, son elementos patrimoniales en potencia.

Los activos se dividen en dos tipos: activos no corrientes y activos corrientes. El primer grupo habla de aquellos bienes que permanecen en poder de la empresa durante al menos un año; el segundo, de los que se mantienen menos de ese plazo.

  • Coste Historico

  • Coste de venta

  • Coste amortizado

  • Valor neto

Aunque todos los activos suponen beneficios, independiente de si éstos se materializan a largo o medio plazo, no todos tienen la misma importancia para el funcionamiento, la liquidez, el rendimiento y la viabilidad de los negocios.

O dicho de otra manera: hay activos con más peso que otros. Ahora bien, ¿qué criterios existen para determinar el valor de un activo? Repasemos algunos de ellos:

  • Coste histórico: es aquel que se establece para aquellos bienes que tienen un cierto arraigo a una marca o empresa. La mayoría de las veces no es igual que el coste real, pues siempre hay en el coste histórico un componente simbólico que se asigna por cuestiones de tradición e identidad.
  • Coste de venta: es el precio con el que un producto o bien sale a la venta en el mercado. Este valor suele llevar implícito el beneficio que la empresa obtendrá tras haberlo diseñado, fabricado y comercializado.
  • Coste amortizado: señala el importe por el que inicialmente ha sido valorado un bien o activo, menos los reembolsos que se han producido en su proceso de venta. Algunas veces se calcula con el interés efectivo de la diferencia entre el importe inicial y el valor del reembolso.
  • Valor neto: se refiere al coste del bien o producto sin que se incluya en dicha cifra lo referido a pago de impuestos, cuotas de intermediarios o proveedores, entre otros. Cuando se añaden estos componentes se le denomina valor bruto.